Día 4

    La imagen más icónica de Las Vegas es posiblemente el famoso cartel de "Welcome to fabulous Las Vegas". Por lo tanto, la mañana del cuarto día podéis aprovecharla para verlo. Se encuentra al sur de la avenida principal. Está un poco lejos, pero os recomiendo ir andando. 


    Una vez os habéis hecho una foto (que para eso habéis ido), podéis visitar el lujoso hotel Mandalay Bay. Es uno de los hoteles más grandes y más caros que hay allí. Aunque no tiene una temática es muy bonito.


    Para almorzar, podéis tomaros algún lujo. En este hotel hay un restaurante llamado Rivea, donde comeréis muy bien.
    Por la tarde podéis ir al único gran rascacielos de Las Vegas: el Stratosphere. El precio por subir es algo elevado, pero las vistas son muy buenas y, además, cuenta con un pequeño parque de atracciones en la última planta. Si os gusta la adrenalina este es vuestro lugar.




    

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